La autopista del Segundo Cinturón de Donostia-San Sebastián tiene una longitud de 16,7km. Su construcción en el año 2011 tuvo como objetivo principal dar respuesta a la elevada intensidad de tráfico fronterizo existente en el entorno de la ciudad.
Bidegi, empresa pública perteneciente a la Diputación Foral de Gipuzkoa, responsable de la construcción y explotación de varias vías rápidas en la provincia, contrato a Drenatura para caracterizar los flujos de escorrentía superficial, tanto en caudal como en contaminación, generados en el tramo A8 Aritzeta-Enlace del Urumea de la autopista.
Este tramo se caracteriza por tener una estación de servicio de combustibles en ambos sentidos junto con amplias zonas de aparcamiento asociados, en las cuales se desarrolla un intenso tráfico de vehículos pesados. Las escorrentías superficiales de esta zona se incorporan al régimen subterráneo a través de dolinas. Esta singularidad, requirió de un especial tratamiento de las escorrentías procedentes de la calzada en los PK 21+745 y PK 22+125, que minimizase los aportes de contaminantes movilizados en tiempos de lluvias.
Con el fin de comprender mejor los fenómenos de movilización de contaminantes asociados a viales de alta capacidad y al tráfico de vehículos, así como el interés por conocer los rendimientos de reducción de contaminantes que se producían con las medidas implementadas, BIDEGI consideró de gran interés proceder a realizar un estudio específico.
Los volúmenes de tráfico en las redes viarias influyen en la calidad química de las escorrentías, especialmente cuando los puntos de vertido para muchas de las autopistas son cuerpos de agua cercanos. La escorrentía procedente de una carretera es una fuente difusa de contaminación, cuya forma de vertido y características contaminantes son muy específicas. Durante muchas décadas este tipo de contaminación ha pasado desadvertida o no se le ha prestado la importancia requerida. Estados Unidos, mucho antes que Europa, estableció que entre el 4 y11% de los impactos y presiones en las masas de agua eran causados por las aguas pluviales.
La campaña de campo comenzó en el mes de noviembre de 2013, con la colocación de la instrumentación en las instalaciones a monitorear, tanto para muestreos en continuo como discretos. El número total de sucesos de lluvia muestreados ha sido de 264 con una duración media de 5,4 horas y una separación entre eventos de 33,2 horas. La precipitación media ha sido de 2,1 mm/h con una desviación típica de ±1,8 mm/h y un valor de precipitación máxima de 5,7 mm/h. El volumen medio por suceso de lluvia ha resultado de 6,1 mm. Los rendimientos generales de remoción de contaminantes en las medidas de tratamiento implementadas ha sido del 85% para los SST, 60% para Fósforo total, 40% para Nitrógeno total, 50% para metales pesados y 85% para hidrocarburos.
La caracterización de las escorrentías pluviales ha permitido determinar y cuantificar los contaminantes presentes en estas aguas generando unos valores de referencia que podrán ser empleados en la planificación de futuras obras. Los detalles y resultados completos del informe se presentaran ante las administraciones el 23 de Julio de 2015. El informe se publicará en la página web de Bidegi y los resultados serán presentados en congresos y conferencias a nivel nacional e internacional.